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Una clase en Salú, Club de Mesa & Cocina

Actualizado: 4 may 2020


SALÚ cursos de cocina
 

¿Cuántas veces nos llega información acerca de una actividad que “nos tienta” pero que aún así por una razón o por otra la postergamos o descartamos?


Sea por el cansancio, por el arancel, por la agenda apretada o porque simplemente “ya fue”, la verdad es que en muchas ocasiones no nos hacemos drama por perdernos una oportunidad. Es cierto que nuestro interés es muy volátil y que quizás lo que nos llama la atención hoy, mañana ya no nos interese.


Sin embargo, muchas otras veces, VALE LA PENA lidiar contra las trabas que nos ponemos en nuestro propio camino. Acá, la crónica de una clase de cocina que me enseñó más de lo que esperaba.


Fui a SALÚ, un sitio que se autodefine “Club de Mesa & Cocina” y que ofrece lecciones de cocina. Es un lugar donde se comparte el conocimiento sobre la gastronomía y, lo que es más importante aún,  el amor por la buena comida. Había escuchado previamente acerca de este rincón de Palermo gracias a una amiga cercana, y el concepto del sitio me pareció mágico desde un primer instante.


Personalmente, me fascinaba la idea de asistir pero no quería sentir que desperdiciaba plata, pues aunque me encantase la cocina y me considerase una persona creativa, en este rubro no hay vez que logre hacer dos pasos seguidos como corresponde. Por ello, siempre me limité a conformarme con mirar el canal de TV “El  Gourmet” y con apreciar el “food styling” que inunda las cuentas de Instagram de todo el mundo. 


Finalmente, cuando crucé el famoso “umbral de las excusas”,  me encontré a mi misma en una de las cocinas más lindas y amenas de la Ciudad de Buenos Aires. Mi visita a SALÚ se llevó a cabo en el marco de  “ABC de la cocina casera”, un ciclo de clases donde uno puede mirar y participar a lo largo de tres horas aproximadamente.


Al ingresar al “Club de Mesa” , ya se percibía en el aire ese aroma a comida casera por los pasillos de la casa. Este club tan peculiar tiene sede en una casa antigua modernizada; y cuenta con una cocina con ventanales a la calle y una mesada gigante rodeada de sillas para quienes van a observar las clases. Antes de la clase, todo se encontraba ordenado y cada elemento prolijamente ubicado. Vista desde afuera, la escena constituía una auténtica  “mise en place”  perfectamente resaltada gracias a la iluminación.


Cada banqueta de mimbre alrededor de la cocina tenía un manojo de hojas con las recetas que estábamos por hacer. Ni bien lo pispié, me di cuenta de que los procedimientos eran mucho más básicos-por lo menos, en cuanto a la lectura-  respecto de lo que yo creía. Fue bastante esperanzador notar que iba a poder seguir y entender lo que me decían.


¡Preparamos y degustamos platos que me encantan! A saber: 


❋Sopa de calabaza & jengibre

❋Sopa de brócoli & rúcula

❋Tarta de remolacha, cebollas caramelizadas & queso de cabra en masa integral

❋Tarta de espinaca, queso brie & panceta crocante en masa tradicional

❋Tarta de zanahoria, ricota y ajos confitados en masa philo.



A medida que elaborábamos los platos, fuimos probando y deleitándonos con nuevos sabores. Así fue que entre risas, preguntas y miradas concentradas en las preparaciones, el tiempo pasó volando.


Lo más hermoso de SALÚ es el espíritu de quienes desarrollan las clases.  En el transcurso del “ABC...”, Toti Quesada, quien estaba a cargo de la clase, nos habló de unas tostadas con manteca y miel que había probado. Al notar el interés de quienes la escuchaban, espontánea y rápidamente organizó todo para que tuviésemos la oportunidad de probar en ese mismo momento ese sabor del que nos hablaba.


Realmente tuvo una actitud muy detallista para con quienes presenciábamos el encuentro.  Gracias a ese mismo ímpetu, los “aprendices” pudimos probar también la "canchita" tostada (un maíz andino).


Hacia el final de la clase, me dí cuenta de que me estaba perdiendo un mundo por miedo a sentir que perdía el tiempo y que malgastaba el dinero. Vale la pena ver y escuchar a gente que sabe lo que hace.  Es cierto; se puede aprender de cocina mediante un paso a paso de YouTube, una receta de TV o lo que fuere de manera gratuita. Sin embargo, lo que se transmite en un encuentro presencial es la pasión por lo que se hace; la cual viene acompañada de un entusiasmo que pocas veces es posible medir.


Sólo cuando lo veamos así, comprenderemos cada actividad y oportunidad de adquirir conocimiento como una inversión. En mi paso por SALÚ, noté cómo se conformaba una atmósfera atrapante en su totalidad; una especie de burbuja interactiva de la que no daban ganas de salir. Además de recetas, me transmitieron las ganas de aprender de una forma diferente acerca de la cocina, rodeada de gente que tenía preguntas, curiosidad e interés. Fue una experiencia increíble. 


MÁS SOBRE SALÚ


❋Dirección: Nicaragua 4880 (Palermo - C.A.B.A.)

❋Instagram: @saluargentina

❋Facebook: /saluclubdemesaycocina


 

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