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Guía para conocer la Biblioteca Nacional por dentro

Actualizado: 8 may 2020


Biblioteca Nacional Mariano Moreno
 

Un lugar que es más inmenso por dentro que por fuera. La Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BN) es la casa de más de un millón y medio de libros, el segundo hogar de los estudiantes universitarios y la quinta de fin de semana de cientos de investigadores. Contra todos los imaginarios sociales, este universo no es sólo literario; como tampoco es parecido a una librería comercial de plena calle Florida. En esta nota, una guía para no perderse ningún detalle de este espacio (intergaláctico).


Acceso a la Biblioteca Nacional


La entrada a la galaxia de la BN ya da que hablar. Leandro Katz, famoso por sus escritos, fotografías y producciones fílmicas, está detrás del trabajo realizado sobre las baldosas que se encuentran en el ingreso al edificio.


Biblioteca Nacional Recoleta


 “Alfabeto lunar” es el nombre que recibió esta obra y se creó en el marco de Art Basel Cities, un movimiento cultural que se extendió una semana en septiembre de 2018. El resultado: 27 bloques de cemento incrustados en el piso; cada uno con la imagen de una luna en una fase determinada junto a una letra específica sobre su superficie, dan la bienvenida a sus ingresantes.


La Planta Baja de la BN 


Una vez hecha la admisión en planta baja, comienza este camino galáctico. Hay un sector especial para exhibiciones y muestras temporarias al que vale la pena darle una vuelta.


A modo de ejemplo, “Los libros y la noche”  (octubre de 2018 - abril de 2019) contaba con materiales didácticos y máquinas de lectura para los no videntes y celebraba los 25 años de la Sala de lectura para ciegos “Dr. Vicente Gregorio Quesada”  Esta exposición constituyó, sin lugar a dudas, un rincón para la reflexión y el asombro. ¿Qué habría sido de las personas no videntes si en 1824 no se hubiera implementado el sistema braille?


El corazón de la biblioteca 


Biblioteca Nacional Mariano Moreno

El recorrido por este cosmos apenas comienza. Unos pisos por escalera más abajo, está el “Polo Norte” de los lectores: la bodega del tesoro más preciado de la BN. Sin embargo, acá no existen los duendes. Hay un colectivo de trabajadores que se ocupan de ordenar y de tomar de los estantes los libros solicitados.


Biblioteca Nacional Buenos Aires

Entre sus tareas, también se encuentra la digitalización de las tapas de los ejemplares. ¿Por qué pasar a este innovador formato? Los especialistas en el oficio aseguran que, pese a que hay mucha gente que se acerca a pedir específicamente una edición de un libro, son pocas las personas que pueden pronunciar el nombre de la editorial o datos particulares de la obra que buscan. En efecto, mostrando en pantalla (ya digitalizadas) las distintas opciones, se le ofrece al lector lo que anhelaba de modo más directo.


Más facts sobre la BNMM


El porcentaje de estantes ocupados se incrementa día a día gracias a las donaciones. Como consecuencia, en breve, se habilitará un nuevo subsuelo para acaparar todas los ejemplares que lleguen. Cada libro es cuidadosamente revisado: tanto los que llegan como los más viejos, se examinan hoja por hoja y, en caso de ser necesario, con la ayuda de una herramienta filosa se despegan aquellas páginas pegadas.


Biblioteca Nacional Argentina

El proceso de conservación no solo aplica para combatir la humedad: también se trata de evitar que los hongos y los ácaros, entre otras especies, contaminen estos soportes culturales tan valiosos. Si un libro no se encuentra en condiciones de ser utilizado, no se puede garantizar el acceso al mismo por parte de los concurrentes a la biblioteca.


✺Muchos se preguntarán cuál es el criterio para organizar las estanterías. La respuesta sorprenderá - o no-: es el orden de llegada. La explicación para tal hecho es la mera optimización del espacio. De lo contrario, ¿cómo podrían calcularse a futuro las donaciones que se harán de tal o cual género?


Otros sectores de la BN para conocer y disfrutar


En otra órbita de este “cyberespacio” intelectual, unos pisos más arriba de donde se encuentra el núcleo duro de este sitio de interés general, se encuentra la “Hemeroteca”. Está señalada con una “H” en el ascensor: es el sector dedicado a los diarios y revistas que datan desde 1940 en adelante.


Hemeroteca Buenos Aires

Quienes estén avocados a la investigación, pueden solicitar las publicaciones que precisen ahí. Aún más, todo lo requerido puede consultarse mediante las computadoras disponibles. Dato de color: todos los días llegan ejemplares de la prensa para disfrutar en el sector.


En el primer piso, se encuentran el Auditorio J. L Borges, las salas de exposición (se puede consultar el calendario oficial en la web oficial de la BN) y una cafetería de una reconocida cadena. Todas las exhibiciones, así como además la entrada a la biblioteca y su visita guiada, no tienen costo alguno.


La Audioteca, la Mediateca, la Fototeca y la Mapoteca están unos pisos más arriba. Lo encantador de la primer sala mencionada es que incluye un piano, donde quienes asisten también pueden sentarse a componer o tocar. Las otras tres revelan otros de los cuidados especiales que reciben los materiales en la BN. En el caso de las fotografías, se guardan en heladeras; de modo tal que se protegen de las temperaturas inadecuadas para su perfecta conservación. Algo similar sucede con los mapas, los cuales son borrados con goma de ambos lados.


El espacio más exclusivo del edificio


La Sala del Tesoro es otro de los corazones que laten dentro de la biblioteca. Aquí yacen los retratos de quienes la dirigieron. Hay también disponibles en este sector reliquias como máquinas de escribir y cartas originales que se enviaban entre escritores. Este espacio es especialmente reservado a investigadores (a menos que se realice la visita guiada), quienes tienen acceso a los catálogos online para consultar posible material.


Sala del Tesoro Biblioteca Nacional

Leer, estudiar y trabajar en la Biblioteca Nacional


Este cosmos quedaría inconcluso si no fuera por sus lectores. En lo más alto del edificio, con la mejor vista de Recoleta, se encuentran los sectores de lectura.


Sala de Lectura Biblioteca Nacional

Un mito curioso sobre lo que sucede en la Sala de Lectura


Existe la idea de que uno puede tomar el libro de una estantería sin más. Sin embargo, la realidad revela que todos los libros suben y bajan a la bodega mediante ascensores exclusivos para tal fin.


Biblioteca Nacional Recoleta Buenos Aires

Mientras tanto, contar con alguien en un mostrador es imprescindible. ¿Cómo podría mantenerse el orden de los libros de no ser así? Uno de los problemas que suele existir es que, un libro fuera de su correspondiente lugar, sigue figurando en el catálogo digital. En efecto, ¿como hacerle entender a quien busca algo específico que, pese a que su libro simula estar presente, este está perdido en una inmensidad de casi dos millones de ejemplares?


Este universo está lleno de luz. Cada libro, cada herramienta cuidada y atesorada, constituyen un patrimonio que ilumina - incluso aunque no podamos ver-  el pasado, presente y futuro.


Para sellar un paseo de otra galaxia, es posible acercarse al Centro Cultural Recoleta y a sus terrazas, que quedan a unos escasos 850 metros a pie. Para continuar la aventura rodeados de libros, pueden chusmear el gran recorrido de cafés con librerías.

 

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